El lince viajero
El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de félido endémica de la Península Ibérica y desde hace décadas se encuentre en grave peligro de desaparición. Si bien hasta 2015 estaba a catalogada como En Peligro Crítico (Critical Endangered) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el gran esfuerzo que se ha llevado a cabo para recuperarlo está dando sus frutos. La cría en cautividad y suelta de ejemplares, así como las acciones para reducir sus amenazas en la naturaleza han llevado a un incremento de los ejemplares hasta casi 600. Continúan siendo muy pocos, pero esta tendencia poblacional creciente llevó a sacarlo de la máxima categoría de amenaza en la que se encontraba y clasificarlo como En Peligro de Extinción (Endangered).
Litio, aparentemente un lince cualquiera
En el marco de este programa de cría en cautividad nació Litio, un macho que vio la luz en el Centro de Cría en Cautividad del Acebuche (Doñana, Huelva) en 2014. Como otros individuos, Litio fue liberado en la naturaleza en 2015, siendo controlado muy de cerca gracias a un collar de seguimiento GPS que llevaba colocado en el cuello.
Sin embargo, a mediados de 2016 se le perdió la pista cerca de Faro, capital del Algarve, provincia situada al sur de Portugal. Esto sucede a veces. Los animales se alejan y dejan de ser localizados durante un tiempo, aunque eventualmente suelen volver a aparecer. En caso de no hacerlo en el plazo de dos años, se les ha por muertos. Y Litio estuvo a punto de pasar a ser considerado como tal hasta que el 29 de mayo de 2018, sin que nadie esperase ya volver a verlo, Litio apareció de nuevo. Sólo que ya no estaba en el Algarve (Portugal) sino en el extremo opuesto de la Península Ibérica, a sólo 15 minutos de la ciudad de Barcelona (España).
El Marco Polo de los linces
Pero Litio resultó no ser un lince cualquiera sino uno con muchas ganas de viajar, “el Marco Polo de los linces”, como lo apodó Miguel Ángel Simón, biólogo y director del programa europeo Life Iberlince.
En dos años Litio había recorrido más de mil kilómetros entre el suroeste y el noreste de la Península Ibérica, sorteando ciudades, carreteras, montañas, ríos y otros accidentes orográficos hasta llegar a Cataluña, donde no se había avistado un lince desde hace un siglo. Recordemos que el mayor número de efectivos de la especie se sitúa en Andalucía.
Todo empezó con una llamada a las autoridades de un cazador, cuyo perro había arrinconado sobre un árbol a un “gato gigante”. Pocas semanas después, el dueño del coto dio un nuevo aviso. Ante los avistamientos reiterados, los Agentes de la Generalitat se desplazaron a la zona del Baix de Llobregat, en el Área Metropolitana de Barcelona, donde pudieron no sólo localizar sino también fotografiar a Litio.
Operativo de salvamento para linces
Desde el momento en que se confirmó que el “gato gigante” era un lince ibérico, un dispositivo de salvamento se puso en marcha. Y decimos salvamento y no captura porque, si bien el coto de caza que Litio había convertido en su hogar era una zona boscosa bien conservada, se encontraba completamente rodeada de poblaciones humanas y carreteras. No hay que olvidar que los atropellos constituyen una de las principales amenazas para la especie, así como un importante freno a su expansión.
El operativo de salvamento de Litio, formado por tres técnicos del programa europeo Life Iberlince y Agentes Rurales de la Generalitat, comenzó a trabajar el 4 de junio. Localizaron la zona exacta por la que el animal se movía gracias a sus huellas y excrementos, y situaron 4 jaulas trampa con conejos como cebo para capturarlo.
Tras dos días de espera, el sensor que da aviso del cierre de una de las jaulas se activó ya que Litio había mordido el anzuelo. Fue en una zona boscosa del municipio barcelonés de Santa Coloma de Cervelló, a sólo 15 minutos de Barcelona.
El veterinario que formaba parte del operativo constató su buen estado de salud y determinó que pesaba 14 kilos, lo que denotaba que había estado alimentándose correctamente.
A la espera de volver a la naturaleza
Antes de regresar a la naturaleza, Litio se encuentra en las instalaciones del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Pinos Genil (Granada) donde se le están practicando análisis para descartar infecciones que pudiesen poner en riesgo su supervivencia o incluso la vida de otros ejemplares silvestres. Una vez se constate que todo está bien y se decida si vuelve a Portugal o se queda en Andalucía, Litio volverá a la naturaleza. Y a todos nos intriga saber dónde le volveremos a ver.